La cara de la paciencia y de la casi-saturación. Tras una larga serie de fotos desenfocadas, Laki me regala su mejor momento, pero mirando hacia un lado como guardándose un suspiro de "... ¿acabamos ya?...". Una gateta achuchable.
Alguien me dijo hace muchos años "Eres una gata". Ese alguien creía saber mucho de la mente de las personas, e incluso tenía un título que lo acreditaba y le daba derecho a juzgarnos... siempre pensé que estaba más loco que yo y quizás por eso le saqué las uñas en más de una ocasión. Pero es cierto que en aquellos días me sentí a menudo como el gato del dibujo. ¿De dónde vino todo aquello y por qué? Espero no volver a sentirme así nunca más.