El ojo del huracán... siempre igual. Una vez dentro sólo puedes dejarte llevar, inevitablemente, es inútil resistirse. No es una sensación agradable. Una vez fuera uno se plantea cómo se dejó arrastrar hasta allí y se promete que no volverá a pasar. Pero siempre es igual porque está ahí, latente, una tormenta a punto de estallar. Es época de huracanes, pero mi luna sólo quiere dormir tranquila y no pensar...
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1 comentario:
Hay veces que lo mejor es fluir con ese aire, dejarse llevar y esperar a ver que ocurre...
Quien sabe... igual aprendemos a volar!
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